lunes, 2 de enero de 2012

Silencio

Está tu silencio y está el mío.
Tu silencio es un dibujo en el vacío,
algo sin forma que modelo con un deseo difuso.
Cuando bajo la guardia,
oigo salir una tregua de tu boca tiesa.
Tu silencio huele a ilusión resucitada.
Mi silencio se aferra al tuyo
y esconde su ruidoso miedo.
El tiempo y el cuerpo se detienen esquivos,
y me dejo varado en la estación de un tren que ya no pasa.
O lleno tu silencio de cualquier cosa
y me armo una comodidad boba y fugaz.
Porque tu silencio es una enredadera en mis pensamientos,
una flor que huye,
una madeja negra en la que me revuelco un rato.
Pero voluntariosamente, retomo el habla
y la hermosa contradicción de sentir que hasta la verdad más pesada, me alivia.
Siempre vuelvo a las palabras y exorcizo el silencio,
al menos el mío.
El tuyo, por lo pronto, no dice nada.